El Camino de Santiago entra en el casco histórico de Astorga a través de la puerta conocida como Puerta Sol, ya que está orientada hacia el este. Esta es una de las puertas de las murallas que aún hoy rodean el casco histórico de la ciudad de Astorga.

 

Las primeras murallas de Astorga se construyeron en el siglo I A.C. El origen de la ciudad hay que situarlo en torno al 15 a.C durante las Guerras Cántabras, inicialmente existió un campamento militar temporal o “castra aestiva”, documentado por los restos del foso campamental encontrados en la ciudad, este primer campamento temporal evolucionó a otro campamento mayor de carácter permanente o “castra stativa” que se rodeó de una muralla de piedra. Esta muralla se demolió una vez pacificado el territorio, para permitir que en lugar del campamento militar se fuera construyendo la importante urbe llamada Asturica Augusta que sería la capital política y administrativa de la zona. 

 

La evolución de las murallas corre paralela a la historia de la ciudad, que viene marcada a su vez, por los acontecimientos históricos que se producen en el Imperio Romano. Es en el siglo III y IV, cuando dicho imperio sufre una gran inestabilidad debido a diversos cambios políticos y a una importante crisis económica, todo ello obliga a reforzar el perímetro de la ciudad con una nueva muralla, su longitud aproximada era de unos 2.100 metros y cerraba una superficie de unas 27 hectáreas correspondientes al centro histórico de Asturica.

 

En las puertas, de las que sólo se han encontrado vestigios de una de ellas, se refuerzan los vanos con “opus cuadratum” o sillares cuadrados de gran tamaño, para dignificar la entrada y aportar mayor estabilidad al conjunto. La única puerta que se conserva se puede visitar libremente en la zona del Parque del Melgar, junto al ábside de la Catedral.

 

Con la llegada de los pueblos visigodos a la península y las luchas entre Suevos y Visigodos, la ciudad fue destruida en los siglos V y de nuevo en el VII ,la muralla sufrió daños importantes si bien se mantuvo en pie, hasta la llegada de los musulmanes en el siglo VIII en el que la ciudad fue de nuevo arrasada y despoblada. No sería hasta la repoblación y realizada por el Conde Gatón en el siglo IX, cuando la urbe fue reconstruida y la muralla reparada. Los diversos ataques de las huestes musulmanas y las luchas internas entre la nobleza y la autoridad real cristiana, hicieron que de nuevo hacia 1230 el Obispo Don Nuño ordenara restaurar y reforzar la muralla defensiva.

Durante el enfrentamiento entre Juan de Gante Duque de Lancaster y Juan I de Castilla en 1387, se hizo necesario de nuevo reforzar la muralla, ya que Astorga fue una de las plazas fuertes que sufrió asedio. Es en esa época cuando empezó la construcción del castillo de los Osorio, que posteriormente serían nombrados Marqueses de la Ciudad de Astorga. Tras la profunda crisis del siglo XIV y según la documentación conservada en el ayuntamiento de Astorga, a mediados del siglo XV la muralla necesitó de obras generalizadas de reparación y refuerzo de algunos de sus lienzos. La mayor parte de de la muralla conservada hoy en día corresponde a esta época de la Baja Edad Media.

 

 

La falta de utilidad práctica como elemento defensivo de la ciudad, hizo que a partir de esta época la muralla fuera cayendo en el abandono deteriorándose con el paso del tiempo, si bien, a diferencia de otros lugares, la muralla de Astorga no solo no se derribó, sino que se hicieron puntualmente obras de mantenimiento para conservarla lo mejor posible. Lo cual fue fundamental durante la guerra de la Independencia, ya que en 1810 la ciudad fue sitiada por los ejércitos franceses y la muralla ayudó en la defensa de la ciudad, hasta que fue destruida en su totalidad en la zona del ábside de la Catedral y en los alrededores del Castillo de los Marqueses de Astorga. En el ábside de la Catedral, aún hoy es posible contemplar los efectos de los asedios ,  curiosamente en los años 70 se encontró en esta zona la única puerta de acceso de la muralla romana excavada hasta hoy.

 

Curiosidades:

 

Actualmente la muralla cuenta con tres zonas accesibles, el Paseo Blanco de Cela , conocido popularmente como Paseo de la Muralla, que discurre sobre el lienzo oeste y tiene una longitud aproximada de algo menos de un kilómetro, este paseo ajardinado es a la vez mirador ,ya que ofrece vistas de la cercana Sierra del Teleno y termina en un recoleto parque llamado de la Sinagoga realizado en el siglo XIX. A otra de las zonas visitables de las murallas se puede acceder mediante la visita al Palacio de Gaudí, a través de los jardines del Palacio se puede recorrer un tramo de la muralla que permite contemplar hermosas vistas del Palacio, de la Catedral y de la puerta romana. El Mirador de la Vega es otra de las zonas de la muralla que se ha recuperado, este pequeño tramo situado muy cerca de la Plaza Mayor, ofrece una hermosa vista de la vega del río Tuerto. En este mirador también se puede ver un interesante corte de la muralla romana en el que se pueden apreciar diversos restos de tres momentos diferentes del periodo romano: el cerramiento del Foro, el muro de la Basílica y restos de la muralla romana.

Curiosidades

El topónimo “molderao muldera” es un vocablo leonés” que deriva de la palabra latina “molitura”, que es una de las formas del participio del verbo latino “molere” del que también se deriva el término actual “molturar”, el uso principal del canal era la molienda de cereales, principal mente trigo, cebada y centeno para la producción de harinas y salvados. Hacia el año 1.724 se produjo una gran crecida del arroyo debido a una inundación, esta crecida destruyó el puente de la Modera, las autoridades municipales de la época enviaron una carta al Consejo Real pidiendo ayuda para reparar este y otros puentes del municipio que habían sido gravemente dañados o destruidos y solicitando autorización para que los impuestos recaudados en la zona se utilizaran preferentemente en estas reparaciones urgentes por ser los puentes infraestructuras vitales para la comunicación y el comercio que los arrieros maragatos realizaban partiendo de la ciudad por el Camino de Santiago y otras rutas.